Nació en la región de
Licia (actualmente dentro del territorio de
Turquía) en una familia adinerada y desde niño se destacó por su carácter piadoso y generoso, Su tío, a la sazón obispo de
Pátara viendo la fe del joven lo ordenó sacerdote. Después de la muerte de sus padres Nicolás heredó una gran fortuna que puso al servicio de los necesitados, según la
hagiografía escrita por
San Metodio,
arzobispo de
Constantinopla.
Al morir sus padres repartió toda su fortuna entre los pobres y se fue a vivir en un
monasterio. Después de un tiempo decidió visitar
Tierra Santa. A su vuelta llegó a la ciudad de
Mira (
Anatolia, actualmente
Turquía), donde sería consagrado obispo de una forma muy curiosa. Dice la leyenda que varios
sacerdotes y obispos se encontraban discutiendo sobre quién sería el futuro obispo, pues el anterior había fallecido. Al no ponerse de acuerdo se decidió que fuera el próximo sacerdote que entrase en el templo que casualmente fue Nicolás de Bari.
Fue preso por un decreto del emperador
Licinio contra los cristianos por el que fue encarcelado y azotado, siendo liberado por el emperador
Constantino.
Sin embargo, además de ser generoso, se cree que también tenía una carácter muy fuerte, pues se dice que en una sesión del
Concilio de Nicea, en el que él participaba siendo ya obispo, golpeó a
Arrio, quien se negaba a admitir el dogma de la divinidad de Cristo. Algunas investigaciones arqueológicas recientes a los restos del santo, sugieren que incluso tenía alguna cicatriz en la cara o nariz, que pudo obtener en su juventud, a consecuencia de su carácter.
Basílica de San Nicolás en
Bari,
ItaliaMurió el 6 de diciembre del año
345 en Myra, mas sus restos descansan en la ciudad portuaria
italiana de
Bari pues allí sus restos fueron a dar después que fueron retirados de Turquía luego de la invasión
musulmana.
Fuente: Wikipedia, enciclopedia libre